Orgullosamente, Mujer.
- Belen La Margarita
- 29 ene 2023
- 3 Min. de lectura
Todavía recuerdo cuando llegada la tarde, la profesora nos pedía a todas las niñas que nos saliéramos del salón. Ya sabíamos para qué era, ya sabíamos que iban a ponerse de acuerdo con los niños para ver qué nos iban a dar por el día de la mujer. Generalmente era una rosa y un chocolate, algún mensaje, o en mi último año escolar fue un prendedor.
A mí me emocionaba el tema, me gustaba, sin embargo no comprendía por qué, ni me interesaba saberlo; a pesar de conocer la historia de la conmemoración, no lo pensaba demasiado, sólo disfrutaba de las flores y lindos mensajes.
Después, como docente, recuerdo que me pidieron cantar, para todo el colegio, el bambuco de Hector Ochoa «Orgulosamente Mujer». Siempre me ha gustado esa parte que dice «ya no soy un concepto inferior, tengo iguales derechos que tú, con la fuerza de mi plenitud canta mi alma…» y aunque lo cantaba desde el fondo de mi ser, seguía sin comprender, de primera mano, esa verdadera lucha por lo que somos, y no solamente me refiero al término del género.
No fue sino hasta hace un par de años que comencé, verdaderamente, a evaluar, a saber «cuál es mi papel a conciencia». Ya como mamá, ya como esposa, ya como empleada… Y me sentía pequeña, en todo. Comencé, con un verdadero apoyo, a encontrar esa esencia de valentía e inmenso amor que hay dentro de mí.
Dejé el «cómodo» lugar en el que me encontraba, decidí, con más amor propio que nunca, comenzar una nueva vida, lejos de todos los preceptos con los que había crecido, y así fui conociéndome, encontrándome, con la mujer fuerte, valiosa y valiente que soy.
Si no fuera por esto que hice, hoy no podría con autoridad expresarle a mi hija lo que para mí significa ser mujer. Decirle, como pude hacerlo alguna vez, cuando íbamos para su celebración del día de la mujer en el jardín, que le darían flores y regalos por ser una niña fuerte, respetuosa, tierna, que conoce su valor y lo reconoce en los demás.
Conozco, en mi círculo cercano, mujeres de todos los carácter. Guerreras, valientes, la que tuvo que educar a sus hijos sola, y la juzgó hasta su familia sin preguntar cómo se sentía, la que se desnuda artísticamente y demuestra con orgullo, a su manera, su feminidad; la que a través de canciones manifiesta sus experiencias, la que encontró en la vocación del matrimonio su felicidad, la que se reconoce perdida y se vuelve a encontrar…. la que continúa aprendiendo, amándose y permitiéndose ser amada, sin importar el qué dirán, sin importar señalamientos, sin importar nada más que su tranquilidad, su felicidad, y su plenitud para poder enseñar con el ejemplo. Esa soy yo.
Mi vida y aprendizaje es algo muy significativo para mí, pero hay luchas mucho más fuertes, mucho más dolorosas. #NiUnaMenos, #NoEsHoraDeCallar, son sólo dos de los mensajes que a diario, a diario se envían con historias de mujeres violentadas, maltratadas, violadas, asesinadas… Todas estas cosas pasan en lugares, circunstancias, contextos diferentes, pero si hay algo que tengo claro, es que desde casa, y así como desde los cambios en uno mismo se generan los grandes cambios en la sociedad, así mismo se forma esa conciencia de valor, de autocuidado, de respeto, de respeto por la vida propia y la de los demás.
Soy orgullosamente mujer, orgullosamente madre, hija, compañera, profesional, orgullosamente imperfecta, orgullosamente, más viva que nunca.
Con este texto, doy la bienvenida a una nueva etapa de mi vida artística. Una que inicio con toda esta premisa, del orgullo de ser mujer.
Comentários